La vida de las hormigas y de la mayoría de los insectos en general debe de ser muy dura. Tienes que tener cuidado de no salir volando por el viento, no ahogarte o dejar que te arrastren las posibles corrientes que pueda dejar la lluvia, vigilar que nada te aplaste e incluso evitar ser la degustación de algún otro insecto o animal.
Y si por si eso fuera poco, además también tienen que evitar algo que la mayoría desconocíamos y que probablemente ni se nos hubiera pasado por la cabeza. Deben evitar convertirse en hormigas zombie.